¿Qué es el masaje con Piedras Calientes?

El Masaje con Piedras Calientes es una relajante terapia de origen oriental que trabaja no sólo en el plano físico sino también en el mental, ya que ayuda a relajar tensiones musculares y a conseguir un perfecto equilibrio energético.

Para la realización de este masaje se utilizan piedras lisas de origen volcánico que se deslizan sobre la piel mediante un relajante masaje. Posteriormente, se colocan ejerciendo una ligera presión sobre los chakras, los meridianos o los puntos de acupuntura presentes en la espalda, cara, brazos y piernas, activando de esta forma el flujo vital y consiguiendo una completa armonía con uno mismo.

Técnica de Roce
Técnica 2
Técnica 3

Beneficios de masajes con piedras Calientes

  • Reducen y alivian el dolor. La acción directa que las piedras ejercen sobre los puntos energéticos o chakras mejora el modo en que sentimos el malestar.
  • Eliminan toxinas. Las altas temperaturas de las piedras hacen que aumente la sudoración, lo que contribuye a la eliminación de toxinas en el cuerpo. Adicionalmente, el masaje hace que los músculos liberen mayor cantidad de estas sustancias.
  • Mejoran la circulación y el flujo de energía. Gracias a las diferentes temperaturas de las piedras, desde los 8 °C hasta los 50 °C, la circulación sanguínea se activa. Además, la colocación estratégica de las piedras hace que la energía fluya con mayor facilidad.
  • Disminuyen el estrés. Los masajes con piedras son una gran solución para combatir el estrés. Por un lado, la mente descansa durante el tratamiento y, por el otro, el masaje trabaja en las áreas específicas para que te sientas mejor físicamente.
  • Beneficios estéticos. La eliminación de toxinas y el drenaje linfático hacen que el cuerpo en general tenga un mejor aspecto. Además, la piel comienza a verse mucho más luminosa y revitalizada.
  • Relajan los músculos. La aplicación de las piedras también ayuda a que los músculos se relajen y se contraigan durante el masaje, lo que resulta en una liberación de la tensión acumulada, por lo tanto, en un alivio más rápido de los dolores, contracturas y espasmos.

¿Qué sucede en un masaje de cuerpo completo con piedras calientes?

Se aplican piedras de basalto terapéuticas, calientes, lisas y planas en puntos clave del cuerpo. Además, el terapeuta las utiliza en sus manos durante el masaje para mejorar la circulación, calmar los nervios y relajar los músculos .


¿Qué piedras se utilizan para hacer masajes?

Las piedras para masajes que se emplean en la terapia geotermal suelen tener un origen volcánico, por este motivo, aportan a nuestro organismo energía procedente de la tierra. Algunas de las rocas utilizadas son el basalto y la obsidiana, ambas de color negro, esta propiedad mantiene el calor durante un largo tiempo.

Lo más recomendable es contar con 20 o 30 piedras de este estilo para realizar los masajes. Algunos profesionales cuentan con 45 o 60 unidades de diferentes tamaños para tener una mayor efectividad en los diferentes lugares del cuerpo. Así, al menos dos deben ser de 15 por 20 centímetros y ocho tienen que ser pequeñas, del tamaño de una pelota de ping-pong.


Modalidad de trabajo con piedras calientes

Si vas a dar un masaje con piedras, lo primero que debes hacer es preparar el ambiente. En una camilla coloca una toalla o una sábana limpia para que tu cliente se sienta más cómodo y confiado. También puedes encender velas aromáticas suaves y poner música relajante, esto con el fin de mantener un ambiente de relajación total.

El siguiente paso es calentar las piedras. Puedes usar una olla gruesa o una sartén de paredes altas para calentar agua a una temperatura de 50 °C; una vez que esté caliente, sumerge las piedras. Hazlo al menos media hora antes de la sesión y usa un termómetro para controlar la elevación de la temperatura. Luego, sécalas y úntalas con aceites esenciales que faciliten la realización de los masajes. 

Antes de comenzar el masaje, coloca una hilera de piedras grandes sobre el lugar en el que el cliente apoyará la columna. Cúbrelas con otra sábana y pídele al cliente que se recueste sobre ellas. Mientras tanto aprovecha para conversar y hacerlo sentir cómodo.

Comienza por el rostro y coloca tres piedras sobre las zonas de acupresión, es decir: frente, mentón y mejillas. Estas piedras no las untes con aceite esencial, así evitarás que se cierren los poros. Luego, pon una o dos piedras a ambos lados de la clavícula, dos grandes en el esternón y dos medianas en cada una de las manos. Con la ayuda de una piedra del tamaño de tu mano, masajea suavemente el resto del cuerpo.

Por último, el cliente debe darse vuelta. Retira las piedras que estaban sobre la camilla y ahora coloca unas sobre las escápulas, otras en la parte superior de las rótulas y entre los dedos de los pies. Vuelve a masajear y, cada tanto, cambia las piedras para evitar que se enfríen.

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